Tercer domingo de cuaresma
“ La casa de mi Padre, es casa de oración”
Con estas palabras, este domingo de cuaresma, encontramos a un Jesús, intentando reordenar nuestra vida, nuestra , tantas veces, desorientada vida.
Hay tantos caminos, tantas ofertas en el mundo de hoy…se nos promete la felicidad por comprar esto o aquello, por tener lo último de lo último, por leer tal o cual libro, por seguir esta corriente de pensamiento …. ¿ Felicidad ? ¿ No será más bien simplemente bienestar, casi siempre momentáneo ?
Así pasaba también antiguamente . Ya en tiempos de Jesús, había multitudes despistadas intentando “ comprar” a Dios “comprar felicidad” “ alquilar beneficios”…
JESÚS llegó desmontando aquello …y nos devuelve al reencuentro con lo esencial :
“ Yo soy tu Dios y no hay felicidad fuera de mi. Honra a tu padre y a tu madre. Comparte con el necesitado. Ama al hermano tal cual es ….y despójate de todo aquello que te pesa y te impide caminar hacia el encuentro con Dios y con el hermano”.
JESÚS , despiértame. Ayúdame a abandonar mi seguridad para, de tu mano, caminar hacia el cielo.Amén.